La electroestimulación muscular (EMS) es el proceso de emisión de impulsos eléctricos a través de los músculos. No es un proceso anti-natural, ya que es una característica microscópica esencial de nuestro organismo: diversos tipos de células generan impulsos eléctricos, de ellas las más activas son las nerviosas, que se comunican de esta manera con los tejidos corporales, como el sistema muscular. Nuestro cuerpo genera y transmite la electricidad. Nuestros músculos funcionan gracias a impulsos eléctricos.
Este método es utilizado en el sector de la Fisioterapia y la Medicina de Rehabilitación y sus beneficios están más que probados. La electroestimulación previene la atrofia muscular, recupera las fibras musculares después de lesiones, relaja y reequilibra.
Su eficacia se basa en la estimulación simultánea de todo el cuerpo. El entrenamiento de todos los grupos musculares ocurre al mismo tiempo, por lo que el tiempo promedio de entrenamiento se reduce a una sexta parte. Se producen entre 30 y 40 micro-contracciones por segundo de todos los músculos relacionados, mientras que también se realizan ejercicios básicos para estimular los músculos en estado intensificado, lo que significa un aproximado de 36.000 contracciones de todos los músculos del cuerpo en menos de 20 minutos.